la librería era pequeña y pulcra. una de las librerías de su ciudad. trabajaban un don, y una doña. a el le gustaba la doña. de siempre. tenía los ojos medio azules, y era medio seria. tampoco sabía mucho más. la vio en el escaparate, colocaba un libro que se titulaba LOS DIARIOS DE EMILIO RENZI. se quedó con ese título. y dijo un día de estos compraré ese libro. pues bien, un día se puso los zapatos naranja y fue a comprar el libro, pensó que haría con el libro, pensó pa que quería un libro. sabía de oídas que los japoneses compraban libros a veces para tener. buscó como se llamaba esa tendencia. tsundoku. la doña o la chica tenía los ojos un poco rasgados. mira que si fuera japonesa. pero como va a ser japonesa. si que puede ser japonesa , últimamente adoptan niños de otros países y crecen aquí, en estas ciudades. o algo así. por la calle dijo en voz alta dos o tres veces "renchi" "renzi" " rensi" cómo coño se dirá. voy a tirar por remarcar la z. "renzi". se ponía los zapatos naranjas por si a la chica le daba por mirar al suelo. hay personas tímidas que solo miran al suelo. entró y estaba sola. dijo hola buenos días dime. no le gustaba cuando alguien le decía dime. pero paso por alto el formulismo y dijo querría llevarme Los diarios de Emilio Renzi y la chica le dijo ¿ el uno, el dos, o el tres? le dijo me estoy mareando. le dijo el, me estoy mareando, voy a salir a tomar el aire
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