viernes, 17 de abril de 2009

Dias de perros

Cuando trotamos por la huerta, Guille y yo, a veces somos saludados por algunos perros. Él me dice, tú tranquilo, los perros huelen el miedo. Yo eso no me lo creo.
Hace poco hemos conocido a dos pequeños. Son perros lobos. El Guille me dice, tu salúdales antes de que se vuelvan grandes. Y nos paramos y nos lamen, y quieren jugar con nosotros.
Un día que estaba yo batiendo el record del mundo de los diez kilometros, los perros me vieron y salieron detrás de mí. Me jodieron el record. El Raúl, su amo, llamándolos, pero quesiquieresarrozcatalina. Tuve que volverme a dejarlos ahí, en su almacén.
Me ha dicho Raúl que se llaman, Luna y Sol. Es lindo eh?. Se lo pregunté, es que nosotros les deciamos: EH CUÑAÚS¡¡¡.
Esta mañana cuando enfilábamos hacia ellos, he gritado: ¡SOL¡. Y me ha mirado uno. Luego he dicho:¡ LUNA¡. Y me ha ladrado otro. Algún día les hablaré de Blas. Otro perro.

1 comentario:

  1. Siempre me da curiosidad lo que dejas por decir: Blas, Blas! Lo digo, y no me mira.

    En mi familia somos perros lobos. Perros para trabajar y lobos para comer. Eso decía mi abuelo.

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