Un día leí un libro, creo que de Marchamalo, que se llamaba, La tienda de las palabras. Al poco vendía palabras como un loco.
La tienda, con la crisis del ladrillo, se cerró. No era rentable.
Pero a nada que veo una palabra interesante, la miro de reojo, y le digo: "Que agusto te compraría".
Le compré a Gala, ENJALBEGAR, de un soneto. Luego se la medio regalé a Alfredo, mi amigo. Yo es que no soy muy de regalar.
Hoy he leido un verbo, al que miro de reojo. Postear. Me parece que quiere decir, escribir en el blog.
Se postea los lunes y los jueves, me han dicho. Pero yo no hago caso a eso. Me han dicho.
Un día, fuí a un bar en BBAA que se llamaba Post-it.
ahora que dices de compraventa de palabras, voy medio regalando un verso. lo coloqué en un poema, pero si puedes darle vida mejor: en los viajes por hacer está tu boca. es un regalo con acuse de recibo, eso sí. si le escribes algo, me lo haces llegar.. postear tiene las mismas letras que esparto, y que apresto y el mismo olor pajizo, la misma presencia rígida... (perdón, qué horas)
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