hubo una temporada que traté de comprarme un candelabro. lo intenté dos o tres veces, sin miramiento. buscaba algo para los momentos íntims, queseyo, una cena, besos con música de Charlie Parker una lectura de poemas en casa de algún amigo. pues bien. compraba el candelabro lo ponía, bien es cierto, sin mucho cuidado en el coche y al llegar a casa se había roto. qué dolor, qué malasuerte, que se te rompa un candelabro, tan elegido.
la palabra candelabro, tan bella, tan boática, se la cargó la chica aquella, que era modelo o algo así y que dijo estar en el candelabro.
lamadrequelaparió
ayer estuvimos viendo el fútbol con brasas en casa de mi hermana Rosa. y me dijo, tengo dos candelabros que me regaló la Carmen M. y no se que hacer con ellos.
leo a Horacio Quiroga en mi estancia con la luz de tres velas pero se puede ser más interesante? se puede ser más interesante?
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