en los días soleados, por la mañana, cuando voy a casa de madre, cierro los ojos.
voy por medio de la calle del horno ( no pasan coches casi nunca) y cierro los ojos.
el experimento consiste saber hacia donde me desplazo, cuando daré con la acera o la pared (la calle es muy estrecha) y pensar y respirar.
resulta extraño ir a ciegas.
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