me encanta irme a correr con G., pero se ha ido a coronar el Monte Perdido, con D y con su padre. es un monstruo.
bueno, no sabía si irme a correr solo, he estado todo el día pensándolo.
necesitaba una excusa.
entonces (estoy leyendo los últimos días de Kant) he visto que Kant necesitaba desayunar solo mirando por la ventana.
y he pensado que a veces convierto mi ejercicio diario de correr en un ejercicio para la vista, soy bastante cegato, llevo gafas y me he ido con Kant a correr.
o con esa actitud kantiana.
no se.
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