cuando llegó la GM a mi país todos sacábamos cuentas de cuantos tornillos al día, al año y en la vida ( que era lo peor) habría que ajustar hasta la jubilación.
el otro día vinieron al bar una buena cuadrilla de obreros de GM a tomar algo.
celebraban una jubilación.
eran unos tipos normales.
me daba cosa preguntar quién sería el jubilado.
y decirle, ey, oye, ¿cuantos tornillos has pretaú en esta vida?.
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