por mi trabajo de editor internacional, tuve que hacer mi primer viaje a Montevideo.
resulta que yo, poco viajado, no había acometido nunca la T4, los transbordos, los metros los cercanías, pordiosqueagobios¡¡.
a lo que no se acordaba nadie de mí, ví a Diego Forlán.
como soy un vivo, lo seguí.
sobrevuelo Montevideo, y estoy apunto de aterrizar.
son los sacrificios que tienen que hacer por la proyección internacional los mártires de la poesía. la república de las letras agradecerá su dedicación y entrega ad aeternum (o como se diga)...
ResponderEliminarun beso!